La Estrella
El 17 es un número de resplandor y sabiduría. Significa el retorno de la esperanza y la confirmación de haber elegido el camino correcto, el camino que nos puede llevar al amor, a la felicidad y presentar ayuda a los demás. Esta lámina indica la expansión, la fecundidad en todo tipo de actos y proyectos, la inspiración para guiarse en la vida y elegir caminos.
La Luna
El número 18 representa la ensoñación pasiva que se produce cuando se reflexiona demasiado. Representa la imaginación, el exceso en el ensimismamiento o la confusa ilusión que puede perderse el individuo cunado se abandona a su inconsciente. Puede resultar positiva si va asociada a un trabajo de creatividad artística, pero es una lámina peligrosa, pues, en esencia simboliza un engaño, un error. También puede indicar un cambio o viaje.
El Sol
El 19 es un número activo y evolutivo. El éxito el equilibrio feliz, la realización de los sueños, indica una estabilidad. Esta lámina favorece las relaciones amorosas o de colaboración entre personas y, en líneas generales, la felicidad. No admite dobles interpretaciones: su presencia indica felicidad, éxito y conquista.
El Juicio
El 20 simboliza una finalización, un siclo que se ha terminado. Representa una parada necesaria, en el camino, para hacer balance de todo el trecho recorrido hasta este momento y esperar una llamada de cambio. El individuo será el que deberá escuchar o renunciar a esa llamada. La lámina indica que el consultante está preparado, que puede considerarse purificado y que le es merecido un reconocimiento. A partir de este punto tendrá lugar una trasformación y una regeneración.
El Mundo
El 21, representa el inicio tras haber completado dos siclos (10 más 10). Es quizás la mejor lámina Tarot, la que simboliza el equilibrio absoluto, el control del sentimiento, emociones, acción y evolución. Indica que hemos llegado al final, a la perfección.
El Loco
Aunque se considera un arcano que no tiene número, suele asociarse con el número 22. La locura, es precisamente, la ausencia de número, es decir, de normas sociales. Es el arcano de la libertad, de la ausencia de ataduras, del hombre que parte hacia nuevos lugares porque ha sido capaz de desvincularse de sus raíces, aunque no sabemos si se ha marcado porque ha sido rechazado o por propia voluntad. Puede simbolizar la conquista de la independencia, la voluntaria renuncia de los bienes materiales, a las ataduras, aunque también puede significar simplemente una huida o un desplante ante la incomprensión de los demás.
Fuentes: Magia y Brujería ¿Son poderes reales? de Jose Antonio Solís
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